El otro día en la clase de Expresión Plástica estuvimos estudiando las distintas etapas por las cuales pasan los niños en cuanto a su expresión plástica se refiere. Por eso, he decidido recopilar algunos de mis dibujos de cuando era pequeña (que la mayoría dejan mucho que desear) para analizarlos e ir observando las distintas etapas.
En torno a los 2-4 años, los niños comienzan a expresarse artísticamente en la que se conoce como etapa del garabateo. Se trata de una etapa muy importante y fundamental. El niño comienza realizando simplemente garabatos, sin intención de representar nada en especial. Poco a poco van apareciendo las formas pero que no están del todo definidas.
Pasamos a la etapa pre-esquemática, en la que el niño hace sus primeros intentos de representación entre los 4 y los 7 años. Desaparecen los garabatos y dibujan lo que ven, no lo que saben. No existe un orden en el espacio (los elementos flotan) y se produce una afirmación del "yo", es decir, un periodo de egocentrismo en el que el niño intenta representarse a él mismo. Además, el color no guarda relación con la realidad.
Entre los 7 y 9 años tiene lugar el desarrollo de la etapa esquemática en los niños. Aquí, el niño trabaja con su propio esquema, con su conocimiento, lo que provoca que el esquema humano sea algo muy personal (y un mismo niño pueda hacer distintas variaciones de dicho esquema). Aparecen la línea base y la línea del cielo, lo que provoca cierta sensación de perspectiva en los dibujos. Ahora ya hay una correspondencia entre el objeto que se representa y el color con el que el niño lo ha pintado. Así mismo, se produce el fenómeno de la transparencia.
Pasamos ahora al realismo incipiente, que tiene lugar entre los 9 y los 11 años, aproximadamente. El niño adquiere la conciencia de pertenecer a un grupo. Comienza a producirse el fenómeno de la superposición, además de una obsesiva intención por parte del niño de representar movimiento en sus dibujos. Aumenta la conciencia y la sensibilidad por el medio ambiente, realizando sus dibujos de una forma más objetiva y realista, aumentando con ello, los detalles.
Tras el realismo, llegamos a la etapa pseudo-naturalista, etapa que tiene lugar entre los 11 y los 13 años. Se trata de una actividad razonada en la que el espacio se expresa en sus cualidades tridimensionales. Los niños intentan representar en las figuras humanas sus cualidades personales así como su propia personalidad. Tienen una visión muy crítica y plenamente consciente de sus dibujos, centrando la atención en el producto final.
Por último, llegamos al período de la decisión, entre los 13 y los 17 años y de ahí en adelante. Expresa sus emociones y sentimientos por medio del dibujo, con cierta tendencia a las exageraciones.
Sin duda alguna, el mundo del dibujo infantil es mucho más extenso de lo que jamás me pude imaginar. Tengo que añadir, que he disfrutado mucho haciendo esta entrada, recopilando mis propios dibujos de cuando era pequeña e incluso echándome unas risas a costa de ellos. Tengo que admitir, que siempre me ha gustado mucho dibujar y, sobre todo, colorear. Las temperas me han entretenido en muchos momentos de aburrimiento, especialmente en los veranos, de los que guardo varios cuadernillos llenos de dibujos pintados con estas pinturas. Aunque no me considero una persona que dibuje bien, creo que puede observarse que algo he mejorado conforme he ido creciendo.
Tengo que añadir, que en Bachillerato tuve la optativa de Dibujo Técnico, una asignatura con la cuál aprendí y disfruté mucho. No me importaría continuar aprendiendo a dibujar, de hecho, una de las opciones que estoy barajando tras acabar este Grado es realizar algo relacionado con el mundo del dibujo técnico. Más adelante os colgaré algunos trabajos que hice en la asignatura de dibujo técnico en una nueva entrada.
Me encanta cuando los niños de 3-6 años intentan dibujar la "realidad", a parte de gracioso es tan maravilloso y abstracto como para ponerlo en la nevera con un imán :)
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