Cuando hablamos de textura nos estamos refiriendo a la apariencia externa que tienen todos los elementos y seres vivos que nos rodean. Por tanto "la textura es una cualidad que poseen todos los elementos de la naturaleza y que nosotros podemos percibir a través del sentido de la vista y del tacto.
Podemos diferenciar entre textura natural y artificial. Como sus propios nombres indican, la textura natural es aquella en la que el ser humano no ha intervenido, como pueden ser la corteza de los árboles, las piedras y las pieles y plumajes de los animales, entre otros. Por otro lado, la textura artificial surge de la intervención del ser humano, que utiliza distintos elementos y recursos y los combina para obtener elaborados y curiosos resultados, como pueden ser telas, objetos de ladrillo o arcilla y otros muchos materiales más.
Os pongo a continuación una serie de fotografías que he hecho para que observéis que las texturas están por todas partes. Claro está, que quizás tenga cierta ventaja en vivir en el campo, pero si vosotros salís de vuestra casa, con simplemente la observación, os daréis cuenta de que no me equivoco.
Ya que le he dedicado una entrada de mi blog al maravilloso mundo de las texturas, os voy a hablar muy brevemente de uno de los grandes artistas de nuestro país que utiliza este fenómeno como recurso fundamental en sus obras. Se trata de Antoni Tapiès, un artista catalán que abarca prácticamente todos los campos de la creación plástica: pintura, escultura, collages, grabados, etc. Es un gran creador con una trayectoria profesional muy personal e influyente en el arte actual. Estas imágenes son algunas de sus obras más conocidas, obras sencillas pero con una gran fuerza expresiva.
Por último quiero añadir que el mundo de las texturas me parece un recurso muy divertido, entretenido y diferente para utilizar con los pequeños de la casa. Un recurso muy atractivo para los niños puede ser la elaboración de figuras por medio de papel maché, pero insisto en que las texturas dan infinidad de oportunidades. Sólo hay que ponerse ¡manos a la obra!
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