lunes, 8 de abril de 2013

Necesitamos una Revolución Educativa



El título de esta nueva entrada deja clara una evidencia actual, y es que la educación necesita sufrir un gran cambio, necesitamos una Revolución Educativa. 

En el vídeo, Eduard Punset realiza una interesante y completa entrevista a Marc Prensky, centrada especialmente en el uso de las nuevas tecnologías en la educación de nuestros pequeños. Prensky se muestra claro defensor de estos nuevos recursos, puesto que defiende que los niños de hoy no son como los de hace 100 años, con lo que los elementos y recursos que se deben utilizar en la escuela, tampoco deben de ser los mismos. Es decir, debemos llevara a cabo un nuevo proyecto pedagógico que nos permita la aplicación de la tecnología en la enseñanza individualizada. 

Claro está que para utilizar este amplio recurso deberemos enseñar a nuestros alumnos los peligros que puede acarrear la navegación en la red. Muchos adultos, tanto padres como profesores, han cogido la "moda" de quejarse del comportamiento inadecuado de los niños por falta de atención. Claro está que a los niños les cuesta estar atentos cuando se trata de aprender a la vieja usanza. Por ello mismo, debemos modernizar el sistema educativo así como se han modernizado los avances tecnológicos en estos últimos años, pues vivimos en "la era de las pantallas". 

Es tarea fundamental del profesor despertar interés con aquello que apasiona a nuestros alumnos. Somos la herramienta perfecta para educar a los alumnos, pero no debemos limitarnos a el mero hecho de la preparación educativa para superar determinadas etapas, sino que debemos ayudarles a descubrir aquello que les apasiona en la vida. 

Por tanto, una nueva educación que amplíe y fomente el uso de las nuevas tecnologías y los videojuegos no sólo supone adaptarnos a los nuevos tiempos, sino que con ello, podemos transformar la estructura cerebral de los jóvenes. Así mismo, nos permitirá darle mayor libertad y autonomía a nuestros alumnos, que se sienten, en la mayoría de los casos, aferrados a unos modelos de enseñanza clásicos, monótonos y anticuados.

"La antigua forma de ensañar es aburrida; la nueva se basa en que los chicos aprenden solos", Marc Prensky. 



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